06 Jul Overview of the Spanish Judicial System
It is generally said that in the American system of impartial justice—which we Spaniards know (I admit) basically through cinema, films, and television—the weight of judicial precedent is fundamental when it comes to judgments issued by the courts. This, in principle, might seem very different from the Spanish civil law system, which is based on comprehensive legal codes and the premise that judges and courts are subject “to the rule of law.”
However, there are more things that unite us than separate us. We start from an identical point of view in both legal systems, that justice originates from, and with the support of, the people. The United States Constitution says, “We the People of the United States, in Order to form a more perfect Union, establish Justice (…)”. Well, the same origin is also the foundation of the judiciary in Spain, because our Constitution, as in the United States, indicates as a fundamental principle that justice “comes from the people” although it is administrated in the name of the King, by Judges and Courts….
This brings us to the role of the Judge in Spain when it comes to imparting such justice. Thomas Wilson wrote: A Judge “is not the master, but the minister of the law.” This sentence summarizes the position of a Judge in Spanish law in his capacity as an interpreter who applies the law. The separation of powers in the Spanish legal system guarantees that the function of legislating is strictly attributed to Parliament and that of judging, as our Constitution says, to the Courts or Tribunals, “independent, immovable, responsible, and subject exclusively to the rule of law,” which clearly proclaims judicial independence from the executive power.
However, the preponderance of judicial decisions under Spanish law has recently changed as a result of globalization and a greater influence of the Anglo-Saxon legal system on our vision of law and on our very way of administering justice. European law now has a larger influence as a consequence of Spain’s membership in the European Union, resulting in greater relevance of judicial precedents when it comes to resolving a specific case—in many cases greater than the legal norms that are applied or interpreted. We also have a judicial system that is structured similarly to the French or German systems, divided into different jurisdictions for a greater specialization of judges. We have Civil Courts (relating to issues between individuals and private law), Social (which solves problems that affect the rights of workers), Criminal (for the prosecution of crimes), and Contentious-Administrative (which prosecutes all issues of public law that affect public administrations in their relationship with citizens).
As in the Anglo-Saxon legal system, we are seeing how case law and judicial review are becoming increasingly important when Spanish judges are rendering a decision; these include the decisions of national judicial bodies (the Supreme Court, Constitutional Court and other courts), and supranationals (primarily the Court of Justice of the European Union, and the Court of Human Rights in Strasbourg, which modulate the application of the law and are no longer limited to filling voids in regulation but also have the latitude to avoid applying the provisions of a legal norm).
In addition to our statutory legal system—in principle—judges are bound by the doctrine established by our Supreme Court (Spanish Supreme Court’s Case Law); and the relevance of decisions of other courts is becoming increasingly evident (because of the influence of common law on judicial review ). The so-called “minor jurisprudence,” composed of the doctrine established by the Superior Courts of Justice of the different autonomous communities and Provincial Courts (Spanish Courts of Appeals’ Case- Law) in matters within their competence, and even that of minor courts, is fundamental to resolving certain legal disputes.
Therefore, we can see that the role of legal precedent is increasing in Spain, making the differences between American and Spanish administration of justice smaller and smaller, gradually shrinking the ocean that separates our two countries.
Generalmente se dice que en el sistema norteamericano de impartición de justicia, que los españoles conocemos (tengo que reconocerlo) básicamente través del cine, películas y series de televisión, el peso de los precedentes judiciales es fundamental a la hora de dictar sentencias por los Tribunales de Justicia, lo que en principio, pudiera parecer muy diferente en el sistema español, donde se parte de la premisa de que los Jueces y Tribunales están sometidos “al imperio de la ley”.
Sin embargo, son más las cosas que nos unen que las que no separan; Partimos de un punto de vista idéntico en ambos sistemas jurídicos, como es el origen popular de la Justicia y el apoyo en el pueblo a la hora de impartirla. Dice la Constitución de los Estados Unidos,”We the People of the United States, in Order to form a more perfect Union, establish Justice (…)”. Pues bien, este mismo origen popular de la justicia también es el fundamento del poder judicial en España ya que nuestra Constitución, al igual que la Norteamericana, señala como principio fundamental que la Justicia “emana del pueblo” aunque se administra en nombre del Rey, por Jueces y Tribunales….
Ello nos lleva al papel del Juez en España a la hora de impartir dicha justicia, pudiendo hacer nuestra la frase de Thomas Wilson “A Judge is not the master, but the minister of the law” (el juez no es el propietario, pero sí es el ministro de la Ley), esta frase resume la posición de un Juez en el derecho español, en su condición de intérprete que aplica la Ley pero no la crea. La separación de poderes en el ordenamiento jurídico español garantiza precisamente eso, que la función de legislar se atribuya estrictamente al Parlamento y la de juzgar, como dice nuestra Constitución, a los Juzgados o Tribunales, “independientes, inamovibles, responsables, y sometidos exclusivamente al imperio de la ley”, lo que en definitiva viene a proclamar la independencia judicial, respecto del poder ejecutivo.
No obstante, la preponderancia que en el derecho español tiene la Ley sobre las resoluciones judiciales, en los últimos tiempos se ha modificado como consecuencia de la globalización y de una mayor influencia del ordenamiento jurídico anglosajón en la visión del derecho y en la propia forma de impartir de justicia, así como también de un mayor influjo de derecho europeo, consecuencia de la pertenencia de España a la Unión Europea motivando que la relevancia de los precedentes judiciales a la hora de resolver un caso concreto haya ido adquiriendo una mayor importancia, en muchas ocasiones superior a las normas jurídicas que se aplican o interpretan. Paralelamente tenemos un sistema judicial que se estructura de una manera similar al Francés o Alemán, dividido en diferentes jurisdicciones para una mayor especialización de los Jueces que imparten justicia, así tenemos Juzgados Civiles (relativa a cuestiones entre particulares, de derecho privado), Sociales (que resuelve problemas que afectan a los derechos de los trabajadores), Penales (para el enjuiciamiento de delitos) y Contencioso-Administrativos (que enjuicia todas las cuestiones de derecho público que afectan a las administraciones públicas en su relación con los ciudadanos).
En España estamos viendo cómo, cada vez más, al igual que ocurre en el ordenamiento jurídico anglosajón, la jurisprudencia y las resoluciones judiciales adquieren cada vez mayor importancia a la hora de dictar sentencia, de manera que los jueces españoles deben tener en consideración cuando resuelven un procedimiento, las decisiones jurisdiccionales tanto de órganos judiciales nacionales (Tribunal Supremo y Tribunal Constitucional y restantes tribunales), como supranacionales fundamentalmente del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que, modulan la aplicación del derecho e incluso ya no sólo suplen lo no regulado, sino que en alguna ocasión inaplican lo dispuesto en una norma jurídica.
Con independencia de ello, además en nuestro ordenamiento jurídico los jueces a la hora de impartir justicia, en principio, estaría vinculados por la doctrina establecida por nuestro Tribunal Supremo, (Spanish Supreme Court’s Case-Law) no obstante, es evidente que cada vez más, las decisiones de otros órganos jurisdiccionales (precisamente por la influencia del derecho anglosajón en el modo de impartir justicia), la denominada jurisprudencia menor, compuesta por la doctrina establecida por los Tribunales Superiores de Justicia de las distintas comunidades autónomas y Audiencias Provinciales (Spanish Courts of Appeals’ Case-Law) en asuntos de su competencia, e incluso la de Juzgados menores, es fundamental para resolver determinadas controversias jurídicas… Vemos por tanto que las diferencias a la hora de impartir justicia son cada vez menores, y que el océano que separa de costa a costa nuestro dos países, se va reduciendo progresivamente.
Lourdes Morate Martín is an Attorney to the City Council, Oviedo, Spain. As an Attorney at Law, Lourdes has to handle different cases in defense of the municipality. One of the main duties right now is defending the Town Hall in all jurisdictions at the different Courts (Administrative Court, Labor and Civil Court). Daily work basically consist of dealing with a range of legal proceedings in various areas, provide legal assistance, and drafting legal reports about different issues, when required. Lourdes’ main client is Oviedo´s Town Hall.